4.4. ÉTICA DEL COMERCIO ELECTRÓNICO
Se refiere a los principios de los correcto o
lo incorrecto, que los individuos en su calidad de agentes morales libres
emplean para normar su comportamiento. La tecnología de la información y los
sistemas de información dan lugar a nuevos aspectos éticos tanto para los
individuos como para las sociedades porque crean oportunidades para un cambio
social intenso y por consiguiente amenazan las distribuciones existentes de
poder, dinero, derechos y obligaciones.
Los aspectos éticos, sociales y políticos
están estrechamente ligados. El dilema ético al que uno se puede enfrentar en
su calidad de gerente de sistemas de información se refleja por lo general en
el debate social y político.
Las instituciones políticas requieren tiempo
antes de desarrollar nuevas leyes y en ocasiones requieren la manifestación de
un daño real antes de actuar. Entre tanto es posible que uno se vea obligado a
actuar, forzando incluso a hacerlo en un área gris legal. Entre los principales
aspectos éticos, sociales y políticos propiciados por los sistemas de
información se encuentran las siguiente dimensiones morales:
Derechos y obligaciones de información.
Derechos de propiedad.
Responsabilidad y control.
Calidad del sistema.
Calidad de vida.
La tecnología de la información ha
intensificado las preocupaciones éticas, ha sometido a tensión a los órdenes
sociales y ha vuelto obsoletas o severamente invalidas las leyes existentes.
Los adelantos de la técnica de almacenamiento de datos y la rápida caída de los
costos de almacenamiento han sido los responsables de que las organizaciones
privadas y públicas hayan multiplicado las bases de datos de individuos
empleados y clientes potenciales. Estos adelantos en el almacenamiento de datos
han facilitado la infracción rutinaria de la privacidad individual a un bajo
costo. Los sistemas de almacenamiento de datos masivos ya son tan baratos que
las empresas regionales e incluso locales los pueden utilizar para identificar
a los clientes.
Los Retos Éticos Del Comercio Electrónico
Las dificultades éticas particulares del
comercio electrónico normalmente giran alrededor de tres cuestiones:
- La intimidad o privacidad
- La identidad, ambas referidas al comprador
- La no - refutabilidad de la transacción
Sin embargo, pienso que habría que introducir
una cuarta cuestión, la de “allanamientos, intrusiones, entradas abusivas o no
autorizadas” en los equipos informáticos, páginas web, buzones electrónicos,
etc. Quizá la palabra inglesa “hacking”, en su reciente acepción de lograr algo
en principio difícil con gran facilidad, burlando el sistema de protección o
defensa, sea la que mejor capte el concepto.
Los actos de “hacking” se distinguen de las
violaciones de intimidad, no obstante, porque la red es un “lugar público”, un
sistema abierto. Al igual que un lugar comercial físico y convencional, nadie
discute que una dirección electrónica comercial sea propiedad privada; pero el
acceso ha de estar abierto al público, como su propia naturaleza y finalidad
exige.
Es decir, por principio y a priori, no se
puede prohibir la entrada a cualquiera; de otra forma se correría el riesgo de
caer en una discriminación ilegal, si no, al menos, abusiva. O sea, por el
hecho de entrar en una página web o en un buzón electrónico, no se atenta
contra la intimidad del propietario; pero una vez allí, pueden realizarse
actividades inapropiadas..
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