2.2.5
OTROS MODELOS DE NEGOCIOS
Cuando hablamos de modelo de
negocio podríamos decir, de una forma muy resumida, que se trata del plan
global que define qué
productos y/o servicios va a ofrecer la empresa, cómo va a ofrecerlos, a qué
público se va a dirigir, y cómo será su venta y la forma de obtener ingresos.
El modelo de negocio abarca un amplio conjunto de factores, como definir las
características de los productos que se venderán, prever la manera de llegar a
los clientes, las formas de promoción publicitaria que se utilizarán, el
público objetivo al que irá dirigido el producto, etc.
Podría decirse que existen casi tantos modelos de negocio como
empresas hay en el mundo. Pero seguramente esto no te sirva de mucho. Aunque
cada empresa tiene su propia personalidad y por tanto su propio modelo, no
obstante sí pueden tipificarse distintos tipos de negocio en función de
diversos factores, como la forma de obtener ingresos o el tipo de clientes a
los que se dirigen. Veamos algunos.
Modelo
“de varios lados”
Este
curioso nombre lo recibe un modelo de negocio en el que es necesario que dos o
más partes (grupos de clientes), en principio no relacionadas entre sí,
interactúen para obtener un beneficio mutuo. Proceso durante el cual la empresa
que lo posibilita, obtiene algún tipo de beneficio. Aunque parezca un
funcionamiento un poco extraño, hay un gran número de empresas relevantes que
trabajan en base a un negocio de dos o más lados. Por ejemplo, Google conecta
usuarios que buscan información con otros usuarios –habitualmente empresas- que
necesitan que los primeros accedan a sus ofertas. En este tipo de modelo, por
lo general se generará un efecto “red” que hará que crezca rápidamente una vez
superadas las primeras fases de expansión, dado que cuantos más usuarios haya
en un lado, generalmente aumentará el número de usuarios del otro lado, y viceversa.
La
franquicia
Todo
el mundo sabe qué es una franquicia. Se trata de un modelo muy extendido y de
larga tradición. Consiste en alcanzar acuerdos con terceros para que vendan
nuestros productos, utilizando nuestros métodos comerciales, nuestra marca y
nuestra imagen de empresa, a cambio de una contraprestación económica
(habitualmente un porcentaje sobre la facturación y/o un canon fijo). Hay miles
de ejemplos, especialmente en el sector alimentario.
Negocio
“de cola larga”
Es
un modelo que no busca generar un gran volumen de ventas a partir de un
reducido número de productos de consumo masivo, sino que se va al extremo
opuesto. Consiste en ofrecer un amplio muestrario de artículos menos habituales
o más específicos que obtendrán pocas ventas individualmente, pero que
aportarán una gran cantidad de ingresos cuando se sumen en su conjunto. Un
ejemplo de empresas que obtienen buenos resultados con el modelo de cola larga
son las dedicadas al comercio electrónico, que suelen tener enormes catálogos
de productos –con frecuencia muy peculiares- a la venta.
Modelo
“freemium”
Muy
de moda en los últimos años. Se trata de un modelo en el que se ofrece al
usuario una parte del servicio de forma gratuita y se cobra si se quieren
obtener servicios más completos o avanzados. Para conseguir sacarlo adelante,
normalmente será necesario obtener un gran número de clientes, dado que por lo
general sólo unos pocos estarán dispuestos a ir más allá de la parte gratuita
del servicio y pagar por un extra. ¿Quieres ejemplos? Una enorme cantidad de
las apps que puedes encontrar hoy en día se ofrecen bajo un modelo freemium.
De
suscripción
Es
un tipo de modelo de larga tradición. Se trata de ofrecer un producto o servicio
al que el consumidor quedará vinculado y por el que pagará de forma periódica.
A través de este modelo se obtienen ingresos recurrentes. Eso sí, para
sostenerlo es necesario ofrecer productos o servicios que den verdadero valor
al cliente, o de lo contrario terminarán dándose de baja. La cuota de
suscripción a un diario o revista, o incluso un contrato de suministro
eléctrico son algunos ejemplos de modelo de suscripción.
El
E-Commerce
Se
trata del comercio electrónico (y en este caso no se puede decir “de toda la
vida”, porque aunque parezca lo contrario lleva muy poco tiempo entre
nosotros). Una versión moderna de las tradicionales tiendas o supermercados a
pie de calle, que ofrece sus productos online y en el que la logística de envío
a domicilio juega un papel fundamental. Puede servir tanto para ofrecer
productos de consumo masivo como productos “de cola larga”. Su crecimiento
durante los últimos años es imparable.
El
Dropshipping
Se
trata de una modalidad de comercio electrónico muy particular, en la que
únicamente hay que ocuparse de la venta electrónica. El proveedor se encarga de
almacenar el producto, tanto de suministrarlo, como de enviarlo al cliente
final. Para mantener este tipo de negocio no suelen ser necesarias grandes
inversiones de dinero. Eso sí, los márgenes serán habitualmente estrechos y no
te resultará sencillo tener un control sobre la calidad del servicio.
De
afiliación
Aunque
existe desde hace mucho tiempo, es un modelo que ha vivido una segunda juventud
gracias a internet. Consiste en promocionar productos de terceros y recibir a
cambio una comisión en función de las ventas logradas. Para que funcione
online, normalmente serán necesarias ingentes cantidades de tráfico. Muchas de
las páginas que se dedican a analizar productos y facilitan un link a la página
de la empresa que los comercializa pueden servir como ejemplo de modelo de
afiliación.
“Peer
to peer”
Se
trata de un sistema en auge y una variedad del modelo “de varios lados”, en el
que se pone en contacto a particulares entre sí. Por lo general, la empresa
suele obtener ingresos gracias a la publicidad o a cobrar pequeñas comisiones,
por ejemplo si se lleva a cabo algún negocio entre particulares. Múltiples
plataformas muy populares hoy en día funcionan en base a un modelo “peer to
peer”, como las que ponen en contacto a personas que quieren comprar o vender
productos de segunda mano.
Estos
son algunos modelos de negocio, tanto tradicionales como más modernos, de entre
los muchos que pueden existir. Además, cada día surge un nuevo modelo de
negocio. Puede incluso que tú, apreciado lector, estés a punto de crear un
nuevo tipo que aún no exista.
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